¿En qué consiste la trazabilidad de un producto?

La trazabilidad de un producto es un proceso imprescindible en la gestión de cadenas de suministro, ya que permite rastrear cada fase del ciclo de vida de un producto. Este […]

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La trazabilidad de un producto es un proceso imprescindible en la gestión de cadenas de suministro, ya que permite rastrear cada fase del ciclo de vida de un producto. Este sistema es particularmente relevante en industrias como la alimentaria y farmacéutica, donde es fundamental identificar rápidamente cualquier anomalía para minimizar riesgos para la salud pública y mantener la confianza del consumidor.  

En este texto, te contamos qué es la trazabilidad de un producto, sus tipos, su marco legal y los pasos para asegurar su correcto funcionamiento. 

Trazabilidad de un producto, ¿qué es?

Se entiende por trazabilidad al sistema de registro de los momentos que componen el proceso de producción y distribución. Esto permite el seguimiento minucioso de cada fase, desde la recepción de materias primas hasta la llegada del producto al consumidor objetivo. Como parte de la cadena de suministros, requiere un alto nivel de precisión para garantizar no solo los estándares de calidad, sino también la inocuidad de los productos (e.g. industria alimentaria). 

En este sentido, la trazabilidad permite detectar artículos defectuosos o contaminados, fundamental para el despliegue de medidas correctivas y de contención, como la retirada de existencias en los principales puntos de venta. En efecto, los métodos aplicados en este sistema facilitan la identificación de grupos o lotes en los que el problema se replica. Al contar con un procedimiento y estructura determinados, la trazabilidad incide positivamente en la minimización o eliminación de las consecuencias negativas que podría acarrear el consumo del producto.  

Tipos de trazabilidad

Los tipos de trazabilidad de un producto son tres. Se detallan a continuación.

Trazabilidad ascendente

Este tipo de trazabilidad se conoce también como trazabilidad hacia atrás y se centra en la identificación de materiales que componen el producto que llegó al consumidor final. ¿Cuándo es necesario recurrir a este método? Es muy común en las industrias de consumo, como la alimentaria, en la que se requiere rapidez y eficacia en la respuesta a alertas sanitarias. El objetivo es, en cualquier caso, detectar el origen del fallo o problema. 

Trazabilidad interna

La trazabilidad interna se ocupa del proceso productivo propiamente dicho dentro de la empresa o factoría. Esto quiere decir que se gestionan los aspectos más relevantes de los siguientes momentos: recepción de materias primas, manufactura y preparación para la distribución. Pero ¿cuál es la importancia de este tipo de trazabilidad? Aunque el ahorro y la optimización de los procesos son las bases, con este seguimiento, se busca asegurar la calidad del producto antes de su comercialización. 

Trazabilidad descendente

La trazabilidad descendente o hacia adelante pretende conocer el recorrido del producto desde su salida de la empresa o fábrica hasta su consumo. El interés está puesto en asegurar la distribución y venta eficientes, sobre todo, atendiendo a los estándares y regulaciones aplicables. Este tipo de trazabilidad, por otra parte, es fundamental para retirar productos que podrían ser defectuosos o peligrosos. Al conocer la cadena de suministro, esta acción es más sencilla, incluso en las retiradas selectivas

Trazabilidad y regulación: bases legales

La trazabilidad de productos está regulada por leyes y normativas que varían según el país y el sector industrial; incluso, se aplican regulaciones internacionales en lo que concierne a la importación o exportación de productos, como ocurre en la Unión Europea. Precisamente, estas normativas establecen estándares mínimos para garantizar la transparencia e integridad de la cadena de suministro, sino también la seguridad del consumidor. 

Además, es necesario mencionar que estas regulaciones atienden a la necesidad de contar con un plan de gestión de riesgos, más aún cuando se distribuyen productos alimenticios, susceptibles de contaminación cruzada y otros problemas. Como se mencionó, el registro de los productos durante toda la cadena de suministro facilita la toma de decisiones, aplicación de medidas y respuestas ante emergencias. La acción más común es la retirada de productos del mercado

La UE, por ejemplo, cuenta con TRACES, una plataforma que permite consultar y gestionar la certificación de productos de origen animal y no animal. Entre sus beneficios para comerciantes y consumidores, se encuentran la transparencia administrativa, la seguridad alimentaria y sanitaria, y la mejora de la cooperación y coordinación con autoridades de los países miembros de la UE

Con todo, las empresas están obligadas a gestionar documentación, datos y demás información sobre los productos en el caso de auditorías, controles o investigaciones judiciales.

¿Cómo implementar la trazabilidad de un producto?

Estos son los pasos necesarios para implementar la trazabilidad de un producto de manera eficiente. 

Asignar etiquetas a las materias primas

El primer paso para una adecuada gestión de la trazabilidad de un producto es la asignación de etiquetas a las materias primas. Comúnmente, se utilizan códigos de barras, códigos QR o, en la industria alimentaria, las etiquetas RFID. De hecho, en este sector, se recurren a los códigos EAN 12 y 128

Ahora bien, para esto, es necesario contar con criterios para agrupar productos, es decir, crear lotes. Esto es útil cuando se deben retirar productos, ya que no todos los lotes tienen las mismas características, fechas de recepción, fechas de transformación, entre otros. 

Almacenar la información de lotes y productos

Es imprescindible mantener un registro detallado de la información de los lotes y actividades de transformación en cada etapa de la producción, ya que esto facilita la identificación de las materias primas asociadas a los productos. En efecto, también se asignan números de lotes para los productos finalizados. Pero ¿qué otra información se incluye aquí? Se toman en cuenta datos de almacenamiento, cantidad procesadas y cualquier incidencia.  

Implementar tecnologías para picking automático

La automatización en el proceso de etiquetado es fundamental para ahorrar tanto tiempo como recursos, además de hacer de la trazabilidad de un producto un proceso más eficiente. ¿Qué se necesita para esto? La empresa deberá implementar software adecuado para crear y leer etiquetas. Estas tecnologías permiten recolectar información de manera automática en tiempo real, lo que mejora no solo el almacenamiento, sino también la distribución del producto. 

Controlar las incidencias 

También es necesario identificar y registrar cualquier variación o problema durante la producción y distribución del producto. ¿Por qué es esto útil? Al contar con información detallada, los encargados de analizar y estudiar la trazabilidad pueden encontrar y comprobar, con rapidez, el origen del fallo o problema. Como consecuencia, se abren ventanas de trabajo o bien para rectificar el fallo, o bien actuar en la retirada del lote defectuoso.

Verificar la trazabilidad 

Por último, es necesario comprobar que el sistema de trazabilidad cumple con los requisitos tanto internos como externos (regulaciones, normativas, estándares, certificaciones, entre otros). Esto asegura que todos los procesos y registros se realizaron oportuna y correctamente, lo que derivaría en una respuesta rápida ante cualquier incidencia con el producto. 

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