Dicen que no existe una receta secreta para encontrar la felicidad, pero si algo se le puede acercar, es la práctica de vivir el presente y disfrutar del momento en el que vives; lo que ahora se conoce como mindfulness. Consiste en estar plenamente consciente de los pensamientos, emociones, sensaciones físicas y el entorno que nos rodea en el aquí y ahora. Esta técnica busca cultivar la atención plena y la conciencia del momento presente, permitiendo a las personas desarrollar una mayor claridad mental, reducir el estrés, mejorar la concentración y promover un bienestar emocional. Suena interesante, ¿verdad? Pues, si quieres iniciarte en esta disciplina, no tienes más que seguir leyendo este post, porque vamos a explicarte cómo poner en práctica los cinco ejercicios de mindfulness más fundamentales y eficientes para trabajar tu concentración en el aquí y ahora.
Preparación para las técnicas del mindfulness
Si no estás familiarizado con el mindfulness, antes de poner en práctica cualquier ejercicio, es aconsejable que prepares tu menta y que sepas qué exigirle para sacar de tus sesiones el máximo partido.
- Busca un espacio sin interrupciones durante el tiempo que dedicarás a la práctica de mindfulness. Asegúrate de que sea un lugar cómodo y tranquilo.
- Siéntate cómodamente con la espalda, manteniendo una postura erguida pero relajada. También puedes acostarte si prefieres, manteniendo el cuerpo alineado.
- Luego, dedica unos minutos a relajar tu cuerpo. Puedes empezar por hacer respiraciones profundas, relajar los hombros, el cuello, la mandíbula y cualquier otra parte del cuerpo que sientas tensa.
- Comienza a ser consciente tomando un momento para reflexionar sobre por qué estás practicando mindfulness.
- Céntrate en tu respiración, observa cómo entra y sale el aire de tu cuerpo, prestando atención a las sensaciones que esto provoca en tu cuerpo.
- Durante la práctica, es normal que surjan pensamientos, así que no te agobies con la idea de dejar la mente en blanco. En lugar de luchar contra ellos, simplemente obsérvalos sin juzgar y deja que se vayan, volviendo tu atención a la respiración o al punto de enfoque que hayas elegido.
- Por último, antes de comenzar, tienes que entender que la paciencia y la amabilidad contigo mismo son claves en el mindfulness. No te juzgues si tu mente se distrae, simplemente vuelve gentilmente tu atención al momento presente.
Conoce los 5 ejercicios de mindfulness más eficaces
El mindfulness tiene por objeto que estemos más presentes en cada actividad diaria, de forma que nos permitamos a nosotros mismos vivir de manera más consciente y equilibrada. A continuación, explicamos cinco ejercicios de mindfulness muy efectivos con los que puedes empezar.
Atención a la respiración
Este ejercicio implica centrar tu atención en la respiración. Siéntate cómodamente y enfoca tu atención en el flujo de aire que entra y sale de tu cuerpo. Observa cómo se siente la respiración en tu nariz, pecho o abdomen. Cuando tu mente se distraiga con pensamientos, simplemente vuelve suavemente tu atención a la respiración.
Exploración corporal
Consiste en escanear mentalmente tu cuerpo, prestando atención a cada parte individualmente. Comienza desde la cabeza y ve descendiendo, observando las sensaciones físicas en cada parte del cuerpo, sin juzgar ni tratar de cambiar nada. Es una manera de conectarte con las sensaciones presentes en tu cuerpo.
Meditación de bondad amorosa
En esta práctica, diriges pensamientos de amabilidad y compasión hacia ti mismo y hacia los demás. Cierra los ojos, enfoca tu atención en tu corazón y repite frases amorosas como «Que esté seguro, que esté feliz, que esté en paz» para ti mismo y luego hacia otros seres queridos o incluso personas con las que tengas dificultades.
Mindfulness en la alimentación
Al comer, concéntrate en cada bocado. Observa los colores, texturas, sabores y sensaciones en tu boca mientras masticas lentamente. Presta atención a la experiencia completa de comer sin distracciones como el teléfono o la televisión, conectándote plenamente con la comida.
Paseo consciente
Camina de manera consciente, prestando atención a cada paso que das. Observa las sensaciones en tus pies al tocar el suelo, el movimiento de tu cuerpo al caminar y los sonidos que escuchas a tu alrededor. Siente el contacto con la naturaleza si estás al aire libre o simplemente observa los detalles del entorno si estás en un espacio urbano.
Esperamos que este post te haya inspirado para sentirte mejor y para aprovechar al máximo tus días. ¡Suscríbete a Educa.Pro y sigue aprendiendo sobre desarrollo personal, crecimiento, recursos humanos y mucho más!