Desde los albores de la humanidad, el hombre ha danzado de forma casi instintiva para comunicar y expresar sentimientos que no podía trasladar con el lenguaje. Además, también era una forma de contactar con lo sobre natural, de cohesionar al grupo y de crear una identidad. La danza no es solo diversión, sino que, hoy en día, conocemos todos los beneficios que aporta, tanto físicos como mentales, y por ello, se han ido desarrollando especialidades entorno a ella, como la danzaterapia: el uso terapéutico de la danza.
¿Te gustaría saber más sobre este método? Pues atento a este post, porque vamos a explicarte todo lo que necesitas saber sobre esta práctica para que comiences a realizarla y a sentir sus ventajas hoy mismo.
Se puede definir a la danzaterapia como una disciplina terapéutica que utiliza el movimiento para promover el bienestar físico, emocional y mental de las personas. A través de diferentes técnicas y ejercicios, se busca establecer una conexión entre el cuerpo y la mente, que permite a los individuos explorar, expresar y transformar sus emociones y experiencias a través del movimiento. Es muy importante sentir el presente y que se esté totalmente concentrado para desarrollar una sesión de danzaterapia, siendo consciente en todo momento de la música, del espacio, de los movimientos y de los músculos que intervienen.
La danzaterapia puede aplicarse a diversos contextos, como: a la salud mental, a la rehabilitación física y al desarrollo personal. Se basa en la premisa de que el movimiento y la expresión corporal tienen un impacto profundo en nuestra salud y en nuestra capacidad de sanar y crecer.
Son muchos los beneficios de la danzaterapia y del teambuilding, por lo que, si los juntamos, pueden dar unos resultados estupendos:
Fortalecimiento del trabajo en equipo: danzar en grupo fomenta la comunicación, la colaboración y la coordinación entre los participantes. A través del movimiento compartido, se promueve el sentido de unidad y la creación de lazos más estrechos entre los miembros del equipo.
Mejora de la confianza: la danza requiere confiar en los demás y en uno mismo. Al realizar movimientos juntos y apoyarse mutuamente, se fortalece la confianza en el equipo y se genera un ambiente de seguridad psicológica.
Estimulación de la creatividad: la terapia basada en el movimiento libre, hace que los participantes exploren diferentes formas de expresión y liberen su creatividad. Esto puede ayudar a fomentar la innovación y la generación de ideas frescas dentro del equipo.
Gestión del estrés: la danza es una forma de liberar tensiones y reducir el estrés acumulado. Mediante la práctica de movimientos rítmicos y fluidos, se promueve la relajación y se mejora el bienestar emocional de los participantes.
Promoción de la cohesión grupal: al realizar una actividad divertida y desafiante juntos, los miembros del equipo se unen en un objetivo común y fortalecen su sentido de pertenencia. Esto puede mejorar la cohesión grupal y generar un ambiente de trabajo más armonioso y motivador.
Ahora que ya conoces la danzaterapia y todos los beneficios que aporta, tanto a nivel individual como grupal, queremos que conozcas algunas de las técnicas que desarrollarás en las sesiones para acabar de animarte a probar esta nueva actividad.
Movimiento auténtico: esta técnica se centra en el movimiento espontáneo y libre del individuo, sin restricciones ni juicios. Los participantes exploran su propia expresión corporal, permitiendo que los movimientos surjan de forma natural desde su interior.
Danza de integración: como su propio nombre indica, integra varios tipos de estilos de danza y movimientos para fomentar la integración de aspectos físicos, emocionales y mentales. Se utilizan ejercicios coreográficos que invitan a los participantes a sincronizarse entre sí y a crear una danza colectiva. Esto promueve la comunicación, la cooperación y el sentido de unidad dentro del grupo.
Imaginación guiada: mediante la guía verbal o musical, se induce a los participantes a que imaginen y representen diferentes situaciones o emociones a través del movimiento. Se utilizan metáforas y visualizaciones para estimular la creatividad y la exploración de estados emocionales. Esta técnica permite a los participantes profundizar en su mundo interno y encontrar nuevas formas de expresión.
Danza ritual: la danza ritual se basa en movimientos y gestos simbólicos que tienen un significado más allá del movimiento en sí mismo. Se utilizan secuencias de movimientos repetitivos y rituales para invocar intenciones específicas, como la celebración, el agradecimiento o la sanación. Esta técnica puede ayudar a los participantes a conectarse con un sentido de trascendencia y espiritualidad a través del movimiento.
Danza de contacto: se realiza uniendo a los participantes físicamente entre sí, a través del tacto y el contacto corporal. Se exploran diferentes formas de interacción y comunicación no verbal, fomentando la confianza, la empatía y la conexión emocional. Esta técnica puede promover la cooperación, la resolución de conflictos y el fortalecimiento de las relaciones interpersonales dentro del grupo.
Para iniciarse en cualquier disciplina y progresar en ella, es muy importante que partamos desde la motivación y por eso, para acabar este post, te vamos a desvelar los elementos motivadores que estimulan la danzaterapia y la hacen tan atractivas para mejor a todos los niveles:
La música, más o menos intensa o melódica, acorde con los objetivos de la sesión.
El ritmo marcado, que incite a bailar o a la relajación, según el tipo de sesión.
Montar un espacio agradable, diáfano, libre de obstáculos, con la temperatura ideal y el suelo propicio para andar descalza.
Escoger un olor estimulante, envolvente y agradable que despierte nuevas sensaciones
Establecer retos creativos de movimiento con cada clase para que la motivación de los participantes no decaiga.
Fomentar el apoyo y la unión entre los participantes.
Y ahora, ¡ya estás listo para tu primera sesión de danzaterapia! Sigue leyendo el blog de Educa.Pro para conocer todas las tendencias y propuestas que te ayudarán a mejorar tu sentimiento de autorrealización y bienestar en el trabajo.