Las nuevas corrientes de los recursos humanos ponen el foco de atención en equilibrar la balanza entre la productividad y la satisfacción laboral de los empleados, ya que, se ha demostrado que un trabajador feliz es mucho más beneficioso para la empresa que uno que no está comprometido con su compañía. Tan solo hace unos años, se pensaba que, con la remuneración económica, era suficiente para que las personas se sintieran autorrealizadas y alineadas con el objetivo empresarial, pero, nada más lejos de la realidad, existen otros muchos factores, aparte del sueldo, que hace que un empleado sea proactivo y fiel a su empresa. Para conseguir esto, existen diversas metodologías, y en este post, concretamente, queremos hablarte de la gestión de la fuerza laboral, un conjunto de estrategias destinadas a aumentar la eficiencia y la productividad en los equipos de trabajo.
Definamos primero qué es la fuerza laboral de una empresa
Para gestionar algo, primero necesitamos saber qué es, y para ello, vamos a definir el término “fuerza laboral” y de dónde viene. Este alude a la capacidad mental y/o física para llevar a cabo una tarea necesaria para la actividad de una organización y, a su vez, esa fuerza laboral se clasifica en dos tipos: fuerza laboral calificada y fuerza laboral no calificada.
La fuerza laboral calificada está formada por aquellos empleados con conocimientos técnicos y experiencia necesaria para realizar una labor en concreto, mientras que la fuerza laboral no calificada se refiere a aquellas personas que no cuentan con los conocimientos teóricos y prácticos necesarios.
El concepto “fuerza laboral” fue acuñado por el pensador Karl Marx, y fue clave para desarrollar su doctrina sobre el capitalismo y su obra El capital, publicada por vez primera en 1867. En ella se planteaba la teoría del «valor-trabajo», que consistía valorar un bien o servicio en relación con la cantidad de esfuerzo necesario para producirlo, y no por la utilidad que este bien pueda ofrecer a su consumidor o propietario.
¿Qué estrategias se llevan a cabo en un sistema de gestión de la fuerza laboral?
En un sistema de gestión de la fuerza laboral (WFM, por sus siglas en inglés, Workforce Management), se implementan diversas estrategias con el objetivo de optimizar la productividad y la eficiencia de los empleados.
Los tres objetivos más importantes que se persigue con cualquier tipo de sistema WFM son: optimización de los recursos humanos y materiales, mejora de la productividad, aumento de la satisfacción del empleado y fidelización a la empresa que pertenece. A continuación, te detallamos algunas estrategias para la gestión de la fuerza laboral:
Planificación de la fuerza laboral
Esto implica determinar cuántos empleados se necesitan en cada turno y en cada área de la empresa para cumplir con la demanda y los objetivos de producción. Se deben tener en cuenta factores como la estacionalidad, las tendencias del mercado y las habilidades requeridas.
Programación de horarios
Se desarrollan horarios que cumplan con los requisitos de personal, considerando las preferencias de los empleados, las leyes laborales y los acuerdos sindicales, si los hubiera.
Gestión de la asistencia
Supervisión de la puntualidad y asistencia de los empleados, registrar las horas trabajadas y gestionar las ausencias y licencias. Esto puede implicar el uso de sistemas de registro de tiempo y asistencia.
Administración de la rotación de personal
Se evita la alta rotación de los empleados mediante la identificación y resolución de problemas que puedan estar afectando la satisfacción y retención de la fuerza laboral.
Gestión del rendimiento
Desarrollo de planes de seguimiento del desempeño de los empleados, para proporcionar retroalimentación a RRHH y, así, establecer metas y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional y capacitación.
Gestión de la carga de trabajo
Es muy importante que se distribuyan equitativamente las tareas y proyectos entre los empleados para garantizar una carga de trabajo equilibrada y evitar el agotamiento. Además, así también velaremos por la igualdad de condiciones entre empleados del mismo rango y evitaremos conflictos en el entorno laboral
Optimización de la productividad
La transformación digital también ha llegado a la gestión de equipos y ya podemos implementar herramientas y tecnologías que mejoren la eficiencia del trabajo, como software de automatización, sistemas de gestión de proyectos y herramientas de comunicación.
Gestión de la capacitación y desarrollo
Diseñar programas de formación y desarrollo que ayuden a los empleados a adquirir nuevas habilidades y avanzar en sus carreras.
Análisis de datos y métricas
El uso de datos y métricas será el mejor aliado para evaluar el desempeño de la fuerza laboral, identificar tendencias y tomar decisiones informadas para la mejora continua.
Cumplimiento normativo
Asegurarse de que se cumplan todas las leyes laborales y regulaciones relacionadas con el empleo, incluyendo horas de trabajo, descansos, salarios y condiciones laborales.
¿Qué beneficios conlleva para tu empresa una buena gestión de la fuerza laboral?
Para disfrutar de las ventajas de los sistemas de gestión laboral, hace falta una planificación previa, un profundo conocimiento de los objetivos de la empresa y de cómo funciona cada equipo, pues, lo que funciona con uno, no tiene porqué funcionar con otro. Una vez analizados todos estos factores, los beneficios de llevar a cabo WFM son varios:
Optimización de costos laborales: gracia a la planificación y programación de los horarios de los empleados, reducirás el costo de horas extras innecesarias y garantizarás una asignación eficiente de los recursos humanos.
Mejora de la productividad: la optimización de la fuerza laboral y la distribución equitativa de las tareas contribuyen a un aumento en la productividad general.
Reducción de errores y ausencias: llevar un control de la asistencia y los horarios ayuda a minimizar los errores y retrasos en el trabajo, así como a reducir el absentismo laboral.
Satisfacción del empleado: una mejor conciliación entre la vida profesional y personal, mejora significativamente la satisfacción laboral y contribuye a la retención de talento.
Cumplimiento normativo: estos sistemas ayudan a garantizar que se cumplan las regulaciones laborales y las normativas sobre horas de trabajo, salarios, descansos y otros aspectos legales, reduciendo el riesgo de multas y sanciones legales.
Mejora en la toma de decisiones: la recopilación y análisis de datos relacionados con la fuerza laboral proporciona información valiosa para la toma de decisiones estratégicas.
Aumento de la flexibilidad operativa: un sistema de gestión de la fuerza laboral permite a las empresas adaptarse a las fluctuaciones en la demanda y a las necesidades cambiantes de los clientes de manera más ágil.
Mejora en la calidad del servicio al cliente: al contar con empleados bien programados y motivados, las empresas pueden proporcionar un mejor servicio al cliente, lo que conduce a una mejora de la reputación.
Reducción de conflictos laborales: la programación justa y equitativa, así como la transparencia en la asignación de tareas y horarios, contribuyen a reducir los conflictos laborales y a mejorar las relaciones entre los empleados y la dirección.
¿Quieres saber más acerca del nuevo mercado laboral, sus novedades y cambios más disruptivos? ¡Quédate leyendo con nosotros el blog de Educa.Pro!