El talento es como las personalidades, cada uno tiene el suyo y es único e irrepetible. La habilidad innata que todos tenemos para desarrollar alguna actividad es indiscutible, pero esto no quiere decir que tengamos nuestro futuro marcado desde que nacemos, todo lo contrario, aunque el talento esté ahí, hay que despertarlo y que fomentarlo con diferentes estímulos, como, por ejemplo, la formación, nuevas metas, cambios de contexto, viajes, conociendo a nuevas personas… el talento es una planta que crece fuera de la zona de confort y que surge cuando menos te lo esperas.
En este post nos centraremos en el concepto de talento orientado al mundo laboral y en los tipos de talentos que presentas los diferentes perfiles. ¡Sigue leyendo y explora con nosotros tus puntos fuertes!
¿Qué tipos de talento hay en las empresas y cuál es más demandado?
En el actual panorama empresarial, la demanda de talento ha evolucionado hacia habilidades específicas. La transformación digital y la globalización han impulsado la necesidad de perfiles multifacéticos, destacando los especialistas en tecnología y análisis de datos. Es por esto que la capacidad de adaptación, el pensamiento innovador y habilidades interculturales se valoran cada vez más en un mercado globalizado y diverso.
Si bien la competencia es alta, los profesionales con habilidades en inteligencia artificial, ciberseguridad y gestión de cambios son muy demandados, por lo que fusionar tu talento innato y competencias personales, como el liderazgo o la asertividad, con conocimientos técnicos, es esencial en este entorno dinámico y diverso.
¡Veamos a continuación qué tipos de talentos podemos encontrar en el lugar de trabajo y hacia qué área orientarlos para sacar su máximo partido!
Talento natural: el que todo el mundo tenemos, aunque no lo sepamos
Si nos centramos en el contexto empresarial, el talento natural orientado se refiere a las capacidades innatas o habilidades específicas que una persona posee y que se alinean perfectamente con las necesidades y demandas del entorno empresarial. Estas habilidades suelen manifestarse de manera espontánea y sin necesidad de formación previa, por lo que suelen ser altamente efectivas en contextos laborales.
Suele tratarse de aptitudes como la capacidad trabajar en equipo o de liderarlo, tener facilidad para la resolución de problemas, contar con habilidades de comunicación efectiva, ser creativo o facilidad para el pensamiento estratégico. Este tipo de talento, aplicado al mundo de los negocios, a menudo conduce a un desempeño excepcional y contribuye significativamente al éxito en el entorno empresarial.
También es cierto que, para que fluya el talento natural, es necesario que se de un ambiente de trabajo propicio para ello, como, por ejemplo: mantener buenas relaciones laborales o tener motivados a los empleados.
Talento evidente: el que nos diferencia de los demás y nos define
Orientándonos hacia el entorno laboral, el talento evidente es el que muestra las habilidades, destrezas o capacidades que son claramente perceptibles y relevantes en el contexto de trabajo. Estas habilidades suelen ser visibles a través de la ejecución de tareas, interacciones cotidianas o resultados concretos en el ambiente laboral. Pueden manifestarse en diferentes formas, como liderazgo efectivo, habilidades técnicas específicas, capacidad para resolver problemas, excelentes habilidades de comunicación o una notable habilidad para trabajar en equipo. Este tipo de talento, visible en el entorno de trabajo, suele ser valorado y reconocido por su contribución al éxito y funcionamiento eficiente de la empresa.
Talento potencial: has nacido para ello, pero debes trabajarlo y desarrollarlo
El talento potencial es ese para el que estamos prediseñados pero que, para aplicarlo correctamente a tareas concretas y conseguir el resultado que queremos, debemos practicar previamente. Contextualizado en la empresa, se refiere a las habilidades latentes, capacidades en desarrollo o destrezas que, si se cultivan y se les brinda la oportunidad adecuada, podrían contribuir significativamente al entorno laboral.
Estas habilidades no son necesariamente evidentes de inmediato, pero muestran potencial para crecer y tener un impacto positivo en la organización. Pueden ser habilidades emergentes, capacidades de aprendizaje rápido, adaptabilidad a nuevos entornos o la disposición para asumir responsabilidades adicionales. Identificar y desarrollar este talento potencial es responsabilidad de RRHH y de los jefes de equipo; y puede ser la clave para el crecimiento a largo plazo de la empresa.
Talento oculto: todos tenemos uno, pero no todos lo acabamos descubriendo
Aunque muchas veces se hable del talento oculto en clave de humor, es real, existe y todos tenemos uno, el problema es detectarlo en el momento en que lo necesitamos.
Si lo extrapolamos a la empresa, el talento oculto es el que se refiere a las habilidades o aptitudes que no han sido completamente reconocidas o utilizadas en el entorno laboral. Estas habilidades pueden estar presentes en los empleados, pero no han sido plenamente descubiertas o valoradas en el contexto de la organización.
Un error muy común en los equipos de trabajo es que suele haber demasiadas personas que tienen un talento que no se alinea con sus roles actuales o que no se han dado las circunstancias adecuadas para mostrar esas capacidades. Identificar y aprovechar este talento oculto implica descubrir y capitalizar estas habilidades no utilizadas, lo que puede enriquecer el potencial de la empresa y ofrecer oportunidades de desarrollo tanto para los empleados como para la organización en su conjunto.
Tips para identificar los diferentes tipos de talento en el equipo de trabajo
A veces, el talento no es evidente y hay que estar muy pendiente para detectarlo. A continuación, vamos a darte 7 consejos para detectarlo a tiempo:
Observación activa: presta atención a las actividades diarias y cómo las personas abordan sus tareas. Las actitudes, habilidades y destrezas sobresalientes suelen manifestarse en sus acciones cotidianas.
Retroalimentación: solicita comentarios a colegas o supervisores sobre las fortalezas y habilidades destacadas de cada individuo en el entorno laboral.
Evaluaciones de desempeño: revisa los resultados de evaluaciones y rendimiento laboral para identificar patrones de excelencia o habilidades específicas en los empleados.
Diálogos abiertos: conversa con los empleados para comprender sus intereses, metas y áreas en las que se sienten más cómodos o destacan.
Tareas y proyectos variados: asigna tareas diversas y proyectos desafiantes para observar cómo los empleados responden y destacan en diferentes áreas.
Aplicación de pruebas y evaluaciones: utiliza herramientas de evaluación de talento, pruebas de habilidades o cuestionarios para identificar aptitudes específicas.
Programas de desarrollo: implementa programas de capacitación y desarrollo que permitan a los empleados explorar nuevas habilidades y descubrir sus potenciales talentos.
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