
La toma de decisiones asertivas es una competencia esencial en el ámbito personal y en el profesional. Implica, entre otras cosas, saber analizar información, evaluar las distintas alternativas y seleccionar la opción más adecuada. Dentro del entorno empresarial aprender a decidir en público es fundamental para un perfil de líder y en equipos que buscan mejorar resultados.
Es por esto por lo que desarrollar una estrategia para la toma de decisiones significa combinar autoconfianza, comunicación efectiva y razonamiento analítico. Una persona con estas cualidades influye de manera positiva en la organización, además de fomentar la cooperatividad del grupo y minimiza errores por el hecho de eliminar la improvisación.
La toma de decisiones no tiene una única fórmula efectiva, sino que existen diferentes técnicas que ayudan a estructurar el proceso y reducir la incertidumbre. El desarrollo de aprender a tomar decisiones no se basa únicamente en elegir entre distintas opciones, sino que hay que hacerlo con criterio, evaluando las consecuencias y teniendo en cuenta la opinión de los implicados.
En el trabajo grupal y la toma de decisiones se recomienda usar herramientas que permiten comparar las alternativas de una forma objetiva, como son, por ejemplo, una matriz DAFO, un análisis de coste-beneficio o un árbol de decisiones.
Este tipo de técnicas resultan especialmente útiles en contextos empresariales, pero es importante que se encuentren alineadas con los objetivos de la corporación, los valores éticos y la sostenibilidad de esta.
Los métodos para tomar decisiones en colectivo promueven el diálogo y la participación activa de los integrantes de los equipos. En la toma de decisiones en grupo el intercambio de ideas y puntos de vista enriquecen las opciones y, por ende, las soluciones. Los pilares fundamentales son el respeto y la escucha activa.
El hecho de saber cómo tomar decisiones en equipo implica establecer un protocolo claro para el proceso, con el fin de minimizar los problemas que puedan surgir. El primer paso sería la identificación del problema, seguido por la definición de los criterios a tomar para elegir la solución. Una vez esto está hecho, empezaría el proceso de proponer alternativas, evaluar riesgos y, por último, seleccionar la mejor opción.
Hay diversas dinámicas de toma de decisiones que se pueden emplear, como por ejemplo los debates estructurados, la técnica del grupo nominal o el brainstorming.
En el ámbito empresarial, las situaciones para tomar decisiones grupales se dan en múltiples contextos. A continuación, presentamos cinco ejemplos de decisiones grupales y las estrategias colaborativas que podrían aplicarse:
En todas estas casuísticas es imprescindible que la comunicación sea transparente y se respeten las opiniones de los demás integrantes del grupo.
Cuando buscamos mejorar el proceso de toma de decisiones empresariales, es conveniente tener en cuenta antes estos aspectos:
Entender cuál es la importancia de tomar decisiones es un factor clave para mantener la estructura y la ética de la organización. Una decisión acertada puede suponer una transformación positiva en la empresa, mientras que una mala puede ocasionar lo contrario.
La ética en la toma de decisiones empresariales impacta significativamente. Las organizaciones que toman decisiones de forma ética evitan riesgos legales y reputacionales, además de construir confianza con clientes, empleados y socios.
Es decir, una toma de decisiones que se alinee con los valores de la empresa contribuye a la sostenibilidad a largo plazo.
En contextos profesionales, un buen sistema de toma de decisiones marca el destino de las organizaciones. Hay muchos casos de éxito que demuestran el impacto de una buena decisión. Entre las empresas más conocidas podemos ver la historia de Apple, que decisión apostar por la innovación constante en diseño y experiencia de usuario, aspecto que terminó transformando la industria tecnológica.
Otro caso es el de Toyota, que con su sistema de producción logró optimizar procesos y reducir los residuos, convirtiéndose en referente mundial de eficiencia.
Estos ejemplos de decisiones exitosas muestran que la información, la ética y la colaboración son pilares fundamentales para la elección del camino correcto.
En definitiva, la toma de decisiones asertiva requiere que exista una combinación eficaz entre análisis, comunicación y confianza, ya sea de forma individual o en colectivo. Aplicar estrategias y métodos adecuados para la toma de decisiones ayuda a conseguir los objetivos con mayor eficacia y minimizar los errores.
Decidir bien no es solo una habilidad, sino que es una estrategia clave para el crecimiento profesional y empresarial.