La inteligencia artificial (IA) es la capacidad de las máquinas de realizar tareas que, normalmente, requieren de la inteligencia humana, como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural, el razonamiento lógico o el aprendizaje automático. La IA se ha convertido en una herramienta clave para mejorar la competitividad, la innovación y la eficiencia de las empresas en diversos sectores y ámbitos.
En este artículo, vamos a ver algunos de los beneficios y los desafíos de la aplicación de la inteligencia artificial en las empresas, así como algunos ejemplos de los diferentes tipos de IA que existen y cómo se pueden utilizar.
Aplicación de la inteligencia artificial en la empresa
Son muchas las empresas las que de forma natural se han sumado a implementar la IA en sus procesos de trabajo. Y esto no es solo una moda, ya que está cambiando para siempre cómo se trabaja en las empresas. El principal objetivo de la aplicación de la inteligencia artificial en las empresas es automatizar tareas repetitivas para dar más protagonismo a las áreas más estratégicas, potenciar la productividad y reducir costes en la fuerza laboral.
Sin embargo, no todas las empresas incorporan la IA en sus procesos de trabajo de la misma manera y con la misma intensidad. Todo dependerá de la naturaleza de los procesos de trabajo, la sed de innovación de cada empresa y la visión de sus líderes.
¿Qué tipos de IA para empresas se pueden aplicar?
Dentro de la inteligencia artificial podemos encontrar varios tipos o formas de aplicarla con diferentes objetivos en el ámbito empresarial. Distinguimos tres tipos principales de IA en las empresas: asistida, aumentada y autónoma. La aplicación de una u otra dependerá, pues, de las necesidades y capacidad de cada empresa.
IA asistida
Entendemos por IA asistida como un sistema de inteligencia artificial que no llega a sustituir del todo a un trabajador humano, sino que solo tiene la finalidad de apoyarlo y agilizar sus tareas. Así pues, una IA asistida podría procesar una gran cantidad de datos y ofrecer un output a un usuario, pero la decisión definitiva siempre recaerá sobre el usuario. Las empresas emplean la IA asistida para reducir la carga de trabajo, especialmente si se trata de tareas repetitivas muy sujetas a la automatización.
IA aumentada
La IA aumentada representa un paso más en avance tecnológico respecto a la IA asistida. Los procesos de decisión de un sistema de IA aumentada se asemejan más a los de la cognición humana. Estos sistemas utilizan algoritmos avanzados de deep learning, por lo que la IA aumentada puede aprender a una mayor velocidad y de forma más efectiva. De ahí que la inteligencia artificial aumentada desempeñe un papel más troncal en la toma de decisiones empresariales, más allá de ser una mera herramienta auxiliar. Por ejemplo, la IA aumentada es un componente fundamental en el análisis predictivo de marketing.
IA autónoma
La IA autónoma es la forma más avanzada de inteligencia artificial que podemos encontrar en una empresa. Como bien su nombre indica, un sistema de IA autónoma ejecuta acciones complejas de manera independiente, casi sin intervención humana. En muchos casos, todavía no se ha llegado a un nivel tecnológico suficiente como para que la IA opere sin ningún tipo de intervención humana en procesos muy determinantes o complejos. Algunas aplicaciones potenciales de la IA autónoma en las empresas podría ser la conducción autónoma (que está en vías de desarrollo) o los robots en fábricas de ensamblaje.
¿Qué beneficios aporta la inteligencia artificial a las empresas?
Las empresas se pueden beneficiar enormemente de las ventajas de la IA. De hecho, si no lo están haciendo en estos momentos, estarían mermando su competitividad. Estos son los beneficios que brindan a las empresas los diferentes tipos de inteligencias artificiales:
- Mejorar la experiencia del cliente: La inteligencia artificial aplicada a la atención al cliente permite ofrecer un servicio más personalizado, rápido y satisfactorio a los clientes, mediante el uso de herramientas como los asistentes virtuales, los chatbots, los sistemas de recomendación o los análisis de sentimientos. Estas herramientas pueden ayudar a resolver dudas, proporcionar información, sugerir productos o servicios, o captar las emociones y preferencias de los clientes.
- Automatizar procesos: La IA permite optimizar y agilizar los procesos internos y externos de las empresas mediante el uso de herramientas como los robots, los algoritmos de deep learning, los sistemas expertos o los sistemas de planificación. Estas herramientas pueden ayudar a realizar tareas repetitivas, complejas o peligrosas, reduciendo el tiempo, el coste y el error humano.
- Tomar mejores decisiones: La IA permite analizar grandes cantidades de datos y extraer información valiosa para el negocio, mediante el uso de herramientas como el big data, el machine learning, las redes neuronales o los sistemas de soporte a la decisión. Estas herramientas pueden ayudar a identificar patrones, tendencias, oportunidades o riesgos, y a generar predicciones, simulaciones o soluciones.
Los tres grandes desafíos que la IA propone a las empresas
La aplicación de la inteligencia artificial en las empresas también implica algunos retos y dificultades, tales como:
Garantizar la seguridad y la privacidad
La IA implica el manejo de grandes volúmenes de datos sensibles que pueden ser vulnerables a ataques cibernéticos o filtraciones. Además, la IA puede generar riesgos éticos o legales relacionados con el uso indebido o abusivo de los datos o las decisiones tomadas por las máquinas. Por ello, es necesario establecer medidas de protección y regulación adecuadas para asegurar el respeto a los derechos humanos y los principios democráticos.
Afrontar la brecha digital
La IA requiere de una infraestructura tecnológica avanzada y accesible que permita su desarrollo e implementación. Además, la IA requiere de una capacitación y una adaptación continua por parte de los trabajadores y los usuarios que interactúan con ella. Por ello, es necesario reducir la brecha digital que existe entre países, regiones, sectores o colectivos, y fomentar la inclusión y la participación social.
Promover la colaboración y la innovación
La IA implica un cambio cultural y organizativo que afecta a todos los niveles y áreas de las empresas. Además, la IA implica un desafío científico y tecnológico que requiere de una investigación constante y multidisciplinar. Por ello, es necesario promover la colaboración y la innovación entre todos los actores implicados en la ciberseguridad: gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales, academia, sociedad civil y usuarios finales.
Entonces, ¿Qué conclusión obtenemos sobre el uso de la IA en el marco empresarial?
La inteligencia artificial es una realidad que está transformando el mundo de los negocios y la sociedad en general. La IA ofrece múltiples beneficios para las empresas, como mejorar la experiencia del cliente, automatizar procesos o tomar mejores decisiones. Sin embargo, la IA también implica algunos desafíos, como garantizar la seguridad y la privacidad, afrontar la brecha digital o promover la colaboración y la innovación. Por ello, es necesario adoptar una visión estratégica, ética y responsable de la aplicación de la inteligencia artificial en las empresas.