Hablemos de la empatía: la cualidad humana que nos hace mejores personas
La bondad, el sentido común, la sensibilidad, el raciocinio… todo esto son características del ser humano que engloba la empatía, la capacidad que nos hace mejores personas porque nos permite ponernos en el lugar del otro. Si tú también crees que se puede construir un mundo mejor fomentando la empatía desde la más temprana edad, ¡sigue leyendo este post! En él, hablaremos de cómo se refleja esta cualidad en las diferentes facetas de la vida, cómo mejorarla y trabajarla. Además, te ayudaremos a crear tu propio mapa de la empatía.
Empecemos por el principio: ¿Qué es la empatía?
La definición de empatía se conoce como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos y emociones de otros seres vivios, poniéndonos en su lugar y mostrando preocupación por su bienestar. Esta habilidad nos permite conectarnos emocionalmente con los demás, percibir sus necesidades, entender sus reacciones y responder de manera comprensiva y solidaria. Es por eso que se dice que la empatía nos hace mejores personas.
¿Cómo y dónde se origina la empatía?
Para entender de dónde surge esta capacidad, tenemos que remontarnos a sus orígenes. Básicamente, la empatía es otro de los mecanismos de supervivencia primitivos, ya que, el sentimiento de protección y bondad hacia los demás, garantiza el bienestar del grupo. Sin embargo, es una de las cualidades más complejas y desarrolladas del ser humanos, ya que, cuanto más evolucionada está una sociedad, más empatía presenta con el resto.
La empatía se puede estudiar desde diferentes vertientes, como son:
- Biológica: algunas investigaciones sugieren que la empatía puede estar relacionada con la biología y la neurociencia. Se han identificado áreas del cerebro, como el córtex cingulado anterior y el sistema de neuronas espejo, que desempeñan un papel en la empatía.
- Desarrollo infantil: la capacidad de empatizar comienza a desarrollarse en la infancia, a medida que los niños aprenden a reconocer las emociones de los demás y a responder a ellas. La educación y la crianza pueden influir en la formación de la empatía.
- Experiencial: las experiencias de vida, incluyendo las interacciones con otras personas y las situaciones que enfrentamos, pueden influir en nuestra capacidad de empatizar. La empatía se desarrolla y se mejora a lo largo de la vida a medida que adquirimos una comprensión más profunda de las emociones y las relaciones humanas.
- Cultural y social: el entorno cultural y social en el que crecemos y vivimos también puede influir en nuestra empatía. Las normas sociales y las expectativas culturales pueden fomentar o limitar la expresión de la empatía.
¿Qué es el mapa de la empatía y para qué sirve?
Si nos vamos al plano empresarial, ya que en Educa.Pro somos expertos en impulsar el talento de los equipos de trabajo, nos encontramos con el mapa de la empatía, una herramienta ideal para departamentos de marketing. El objetivo de este es ayudar a los equipos de diseño, marketing y desarrollo a ponerse en el lugar del usuario y a comprender su perspectiva de manera más efectiva. A través de grafismos, se logra comprender de manera más profunda las necesidades, deseos, emociones y pensamientos de un grupo específico de personas, conocido como «usuario» o «cliente».
El mapa de empatía incluye secciones o áreas que representan aspectos clave de la experiencia del usuario, como sus pensamientos y sentimientos, lo que ven y escuchan, lo que dicen y hacen, y sus necesidades y deseos. Los equipos utilizan esta herramienta para recopilar datos cualitativos sobre los usuarios a través de la investigación de mercado, entrevistas, encuestas u otras técnicas.
Preguntas clave que deben aparecer en tu plantilla del mapa de empatía
Para encontrar las soluciones adecuadas, se deben realizar las preguntas correctas. Estas son algunas de las más importantes:
¿Qué piensan y sienten los usuarios?
- ¿Cuáles son sus pensamientos, preocupaciones y objetivos?
- ¿Qué emociones experimentan en relación con el problema o necesidad que intentan resolver?
- ¿Qué ven y escuchan los usuarios?
¿Qué información visual o auditiva les influye?
- ¿Dónde buscan información relevante?
- ¿Qué dicen y hacen los usuarios?
¿Cómo se expresan sobre el tema o problema?
- ¿Cuáles son sus acciones o comportamientos habituales en relación con el problema?
- ¿Cuáles son las necesidades y deseos de los usuarios?
¿Qué buscan realmente satisfacer?
- ¿Cuáles son sus metas y aspiraciones en relación con el producto o servicio?
- ¿Cuáles son los obstáculos y frustraciones que enfrentan?
¿Qué dificultades encuentran al intentar resolver el problema?
- ¿Qué obstáculos les impiden alcanzar sus metas?
- ¿Qué soluciones están considerando o utilizando?
- ¿Qué alternativas o competidores están evaluando o utilizando?
- ¿Cómo perciben las soluciones existentes?
Esperamos que te haya gustado este post sobre la empatía y cómo orientar esta hacia el área del marketing. Como sabes, la competencia entre empresas es cada vez más alta y se necesitan buscar factores que nos hagan destacar y que nos diferencien. Fomentando la empatía conseguimos entender mejor a nuestro público y, por ende, ofrecer mejor lo que quiere, cumplir con sus expectativas y alinearnos con sus valores. ¿Te gustaría saber más sobre marketing y gestión empresarial? ¡No dejes de seguirnos en Educa.Pro!