Al igual que en una familia, en un grupo de amigos, en una comunidad de vecinos o en cualquier tipo de organización, surgen conflictos, en el entorno empresarial también, y esto es algo intrínseco a la dinámica de cualquier grupo de personas que tengan iguales o diferentes objetivos. Convivir en la empresa genera lazos de unión, pero también controversias que se deben solucionar de la mejor manera posible, no solo en pro del interés empresarial, sino también, del trabajador. Como imaginarás, esto no es tarea sencilla, pero por eso existen diferentes estrategias y perfiles profesionales expertos en la resolución de conflictos a nivel laboral.
En este post vamos a ver cuáles son las disputas más comunes que se dan en una empresa, por qué surgen y los pasos para solucionarlas. ¡Sigue leyendo si tú también quieres mejorar el ambiente en tu entorno laboral!
Los conflictos en los entornos laborales: inevitables pero necesarios
Los conflictos laborales son inevitables cuando hablamos relaciones en el ámbito laboral, pero lo que sí se puede evitar, es que se generan rupturas entre trabajadores, despidos improcedentes, denuncias y demás desenlaces negativos tanto para los empleados como para la directiva.
Estas tensiones se generan por una multiplicidad de factores que reflejan preocupaciones y desafíos en el seno de las organizaciones, y pueden surgir por diferencias en la interpretación de contratos, condiciones laborales, malentendidos, competencia entre empleados, desacuerdos en la toma de decisiones, entre otros motivos. Además, los cambios en el entorno laboral, como las transformaciones tecnológicas, las fluctuaciones económicas y los cambios en la demanda laboral, también pueden contribuir a tambalear la calma dentro de las organizaciones.
Por otro lado, hay que hacer hincapié en que las riñas en la empresa son tan inevitables como necesarias, ya que, cuando surgen, es porque hay varias mentes pensantes trabajando, aportando ideas o luchando por mejorar determinados aspectos. Al final, una plantilla dormida, solo llevará al estancamiento, a la falta de innovación y a la baja competitividad. Por el contrario, si todos asumen su responsabilidad de remar hacia un objetivo común, aunque haya ciertas diferencias y siempre llegando al consenso, se conseguirán metas más allá de las esperadas.
¿Cuáles son los pasos a seguir para resolver un conflicto en el trabajo?
Como hemos explicado anteriormente, que surjan brechas de opiniones no es malo siempre y cuando se tenga intención de llegar a un punto en común que beneficie a la mayoría de las partes. Para ello, se pueden seguir los siguientes pasos o estrategias:
Identificación del conflicto: Reconoce y define claramente el conflicto. Esto implica comprender las partes involucradas, las diferencias en sus perspectivas y los temas en disputa.
Comunicación abierta: fomenta la comunicación entre las partes involucradas. Anima a los implicados a expresar sus preocupaciones y puntos de vista de manera honesta y respetuosa.
Escucha activa: escucha atentamente a ambas partes para comprender sus necesidades, intereses y emociones. Esto ayuda a establecer empatía y a identificar posibles soluciones.
Designación de un mediador: En casos más complejos o cuando las partes no pueden llegar a un acuerdo por sí solas, un mediador imparcial puede ayudar a facilitar la conversación y guiar el proceso de resolución.
Identificación de intereses comunes: ayuda a las partes a identificar los intereses que comparten y que pueden ser la base de una solución mutuamente beneficiosa. Esto puede incluir la mejora de la comunicación, el establecimiento de expectativas claras o la resolución de problemas específicos.
Generación de opciones: anima a las partes a proponer soluciones posibles. Cuantas más alternativas se consideren, mayor será la probabilidad de encontrar una solución adecuada.
Evaluación de las opciones: juntos, evalúen las opciones propuestas en función de su factibilidad, impacto y aceptabilidad para ambas partes.
Acuerdo mutuo: una vez que se haya alcanzado un acuerdo, asegúrate de que esté bien documentado, incluyendo los compromisos y pasos a seguir. Ambas partes deben firmar el acuerdo si es necesario.
Implementación y seguimiento: asegura que el acuerdo se ponga en práctica y realiza un seguimiento para verificar que se cumplan los compromisos acordados. Si surgen problemas, aborda las preocupaciones de inmediato.
Evaluación y retroalimentación: después de un tiempo, revisa el acuerdo y obtén retroalimentación de las partes involucradas para garantizar que el conflicto se haya resuelto de manera satisfactoria y que no se esté gestando nuevamente.
¿Te gustaría dedicarte a la mediación de conflictos en la empresa?
Siempre que surjan disputas en el entorno laboral, se deben intentar solucionar de forma interna, solo con los afectados y sin que se extrapole al resto de la platilla, ya que, de este modo, el problema será acotado. Para ello, en el ámbito empresarial, el profesional encargado de resolver conflictos se conoce como un «mediador» o «facilitador de resolución de conflictos», un perfil legal conocedor del derecho laboral, cuya misión es solucionar la disputa por medios extrajudiciales. Este experto está capacitado para ayudar a las partes involucradas a comunicarse, entender sus diferencias, identificar soluciones y llegar a acuerdos mutuamente aceptables. Su objetivo principal es restablecer la armonía en el entorno laboral y prevenir que los conflictos afecten negativamente a la empresa.
¿Y a ti? ¿Te gustaría dominar esta área para ser quien lidere el curso de la resolución de conflictos? ¡Suscríbete a Educa.Pro y descubre todo el contenido con el que podrás conocer a fondo los entresijos del mundo empresarial!