Cuando hablamos de brecha de género en los entornos laborales, lo primero que se nos viene a la mente es la desigualdad salarial, pero, esto solo es una de las consecuencias de este obstáculo sociolaboral, ya que, la brecha de género implica desigualdad en muchos más aspectos que trataremos en este post.
Las mujeres no solo siguen ganando menos por hora en muchas empresas, sino que también realizan más trabajo no remunerado, tienen más contratos a tiempo parcial y tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres. Todo esto hace que la diferencia en los ingresos generales entre hombres y mujeres sea más del 28% en la Unión Europea.
¿En qué consiste la brecha de género en el entorno laboral?
El concepto de brecha de género se refiere a la desigualdad que aún existe en el entorno laboral entre hombres y mujeres solo por su condición. Mientras que los hombres tienen más facilidades para acceder a oportunidades de empleo, crecer dentro de la empresa, tomar puestos ejecutivos o, sencillamente, cobrar más por un trabajo similar; las mujeres necesitan demostrar constantemente que son capaces de asumir determinadas responsabilidades para que se las tome en serio. Es más, las mujeres necesitan renunciar a otras muchas facetas de sus vidas, como la maternidad o la conciliación familiar, para tener las mismas oportunidades que sus compañeros, que por supuesto, también tienen, o deberían tener las mismas tareas en su vida privada.
Es decir, la brecha de género viene infundada por conceptos muy antiguos y arraigados de lo que es una mujer, atribuyéndole muchas condiciones incompatibles con su crecimiento profesional.
¿Cuál es el origen de la brecha de género?
El origen de la brecha de género es totalmente cultural. Siempre se ha entendido que el principal cometido de las mujeres es el de procrear y mantener a flote todo lo que es el ámbito privado de la vida, solo pudiendo trabajar fuera de casa en el caso de que esto no obstaculice a las tareas propias de su género. O sea, culturalmente, la prioridad de la mujer es estar al frente de la casa, y todo tipo de crecimiento profesional o personal, es secundario.
Por otro lado, cuando la mujer ha conseguido sacar tiempo para intentar trabajar fuera de casa, nos topamos con el empleo a tiempo parcial, donde se ve claramente que las mujeres tienen más de la mitad de los contratos. Una vez más, las mujeres se ven obligadas a reducir sus jornadas de trabajo para asistir al hogar.
¿Cuáles son los principales motivos que provocan la brecha de género?
Pero las causas de la brecha de género, no son solo culturales, y no por estar en el Siglo XXI, los motivos que causan la desigualdad entre hombres y mujeres en el trabajo han cambiado mucho. Ser mujer conlleva una serie de aspectos que, hoy en día, se siguen viendo como un obstáculo para muchas empresas, como la maternidad o el techo de cristal y muchos otros como estos:
- Discriminación en el ámbito laboral: las mujeres suelen enfrentar discriminación en el acceso a empleos de calidad, promoción profesional, salarios y condiciones laborales. La persistencia de estereotipos de género y roles tradicionales influyen en la asignación de roles y responsabilidades en el trabajo.
- Brecha salarial: no se debe confundir la brecha salarial con la brecha de género, ya que la diferencia de salarios entre hombres y mujeres es una de las causas de la brecha de género. A pesar de que existen leyes que garantizan la igualdad salarial, persiste una brecha salarial entre hombres y mujeres en España. Las mujeres tienden a recibir remuneraciones inferiores por realizar el mismo trabajo o tareas de igual valor.
- División desigual del trabajo doméstico y cuidado de la familia: las mujeres suelen asumir una carga desproporcionada de las responsabilidades domésticas y el cuidado de los hijos y familiares dependientes. Esta división desigual limita su participación en el ámbito laboral y dificulta su progreso profesional.
- Estereotipos de género y roles tradicionales: los arraigados estereotipos de género en la sociedad asignan a hombres y mujeres roles y comportamientos específicos. Estas expectativas limitan las oportunidades y opciones de desarrollo de las mujeres, especialmente en campos considerados tradicionalmente masculinos.
- Barreras en la educación y formación: aunque se han logrado avances en la igualdad educativa, y todos los alumnos tienen las mismas oportunidades para acceder a la carrera que deseen, aún existen desigualdades en la elección de carreras y áreas de estudio. Las mujeres se encuentran en minoría en campos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
- Violencia de género: la violencia contra las mujeres es una grave manifestación de desigualdad y contribuye a perpetuar la brecha de género. Las situaciones de violencia y el temor a la misma pueden limitar la autonomía y la participación de las mujeres en diferentes ámbitos de la sociedad.
¿Qué medidas se están tomando en las empresas para acabar con la desigualdad entre hombres y mujeres?
Sobre todo, durante la última década, el tema de la brecha de género ha estado muy candente en la sociedad y por eso, muchas empresas han emprendido sus propios proyectos de igualdad en los que se han visto iniciativas como: la aplicación anónima a vacantes de responsabilidad, puesta en marcha de programas de inclusión o el fomento de la cultura de empresa basada en la igualdad. No obstante, como queremos ser lo más certeros y objetivos que podamos, a continuación, hablaremos de las medidas de obligado cumplimiento.
Se aprueba el Real Decreto de igualdad retributiva: que facilita la identificación de los casos de discriminación salarial a través de un conjunto de instrumentos para la transparencia, como son: un registro con información desagregada por sexo, clasificación profesional, tipo de retribución y una auditoría de la empresa.
Planes de igualdad empresariales: a partir de 2021, fue obligatorio para todo tipo de empresas contar con planes de igualdad accesibles a todos los trabajadores. En ellos se contempla un diagnóstico negociado con los agentes sociales y se abarca, desde el proceso de selección del personal y la permanencia en una empresa, hasta la salida del puesto de trabajo.
Esperamos que con este post te haya quedado más claro el concepto de brecha de género y que, a partir de ahora, sepas cómo identificarla en tu entorno. Si quieres saber más sobre igualdad, desarrollo personal, tendencias empresariales, crecimiento profesional e innovación, no te pierdas nada de Educa.Pro. ¡Te esperamos!