Quien tiene un cliente tiene un tesoro, y no por la venta que se hay generado, sino por todas las que pueden llegar a cerrarse si sabemos cómo fidelizarlo. Sin embargo, cada uno de ellos es único y, como si el mercado fuera una obra de teatro, cada cual tiene su papel. En este post haremos recorrido por los 11 tipos de clientes que seguramente te encuentres en tu trayectoria profesional como empresario. Desde el amante de las redes sociales, hasta el nostálgico del correo electrónico, descubriremos las peculiaridades que hacen que trabajar con ellos sea tan… ¡digamos, inolvidable!
Reconocer a cada tipo de cliente no solo imprescindible para triunfar en el mundo de los negocios, sino que también puede ser súper divertido. Imagina que eres el director de una obra teatral y cada cliente es uno de tus actores principales. Conocer sus roles específicos te permitirá adaptar tu guion y ofrecerles la mejor experiencia posible.
Como sabes, cada cliente tiene sus propias preferencias, expectativas y formas de interactuar. Al reconocer y entender estos diferentes tipos, puedes personalizar tu enfoque, comunicación y estrategias para satisfacer sus necesidades individuales. Esto no solo mejorará la relación con el cliente, sino que también potenciará sin ninguna duda la efectividad de tus campañas de marketing.
Antes de conocer a los 11 tipos de cliente, haremos dos grandes grupos que, a veces, no se llegan a contemplar y que es importante diferenciar: el cliente interno y externo.
Cliente interno: seguro que alguna vez has comprado o contratado algún producto o servicio de la propia empresa en la que trabajas y… ¡sorpresa! No has recibido ningún descuento o beneficio especial… ¡error! Una muy buena estrategia de marketing, tanto para captar clientes como para fidelizarlos, es ofrecer facilidades de compra y ventajas a los propios empleados, porque ellos serán los mejores embajadores de marca, sobre todo, si la empresa es grande.
En este contexto, cada departamento o empleado es visto como un proveedor de servicios para los demás departamentos dentro de la organización. Por ejemplo, el departamento de recursos humanos podría ser el proveedor de servicios para los empleados, considerados clientes internos, al ofrecer servicios relacionados con la gestión de personal, capacitación, entre otros.
Cliente externo: por otro lado, el cliente externo es aquel que no forma parte de la organización y que adquiere productos o servicios de la empresa. Estos son los clientes tradicionales a los que una empresa se dirige para vender sus productos o servicios. Pueden ser individuos, otras empresas u organizaciones que compran o utilizan lo que la empresa está ofreciendo en el mercado.
Cada uno de estos personajes agrega un toque único a tu historia empresarial. ¡Conoce a tu audiencia y prepárate para un baile de máscaras en mundo del marketing!
Este cliente es como un gurú del conocimiento. Investiga, compara, y siempre llega bien preparado. Conoce tus productos o servicios incluso antes de entrar en contacto contigo.
¡Aquí viene la chispa! Este cliente toma decisiones rápidas y sin pensarlo mucho. Se entusiasma fácilmente y puede ser un comprador apasionado.
Este cliente tiene un espíritu combativo. Le gusta el debate y cuestionará cada detalle. Aunque desafiante, puede brindar valiosas perspectivas.
¿Estará, no estará? Este cliente tiene dificultades para tomar decisiones. Necesita un poco más de orientación y paciencia para finalmente dar el paso.
Este cliente podría necesitar un mapa. Se siente abrumado por las opciones y la información. Tu tarea es aclarar las cosas y guiarlo a través del proceso.
Misterioso y reservado, este cliente prefiere observar en silencio. No siempre expresará sus opiniones, pero su satisfacción puede ser tu mejor recompensa.
Todo es negociable para este cliente. Busca ofertas, descuentos y siempre está buscando el mejor trato posible. ¡Prepárate para una buena negociación!
Este cliente no solo compra, sino que también promociona. Es un apasionado de tu marca y comparte su entusiasmo con amigos y familiares.
La roca sólida de tu base de clientes. Este cliente siempre vuelve por más y se mantiene fiel a tu marca a lo largo del tiempo.
Este cliente podría sentirse atrapado. Tal vez por un contrato a largo plazo o por la falta de alternativas. Tu tarea es convertirlo en un cliente leal.
Busca lo mejor para él. No hay lealtad, solo transacciones. Este cliente evalúa constantemente sus opciones y podría cambiar fácilmente si encuentra una mejor oferta.
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