El mundo laboral ha cambiado mucho en cuanto a relaciones profesionales se refiere. Mientras que la industria comenzó casi viendo a las personas como meras máquinas de trabajo, hoy, podemos estar orgullosos de todo lo que hemos avanzado en materia de recursos humanos, entendiendo que cada empleado es único y cuenta con unas aptitudes muy valiosas para las empresas; solo hay que saber detectarlas, orientarlas y potenciarlas. Gracias a estas contemplaciones por parte de las empresas, hemos entendido e interiorizado el concepto de trabajar con responsabilidad y, sobre todo, la importancia que esto tiene cuando se desarrollan proyectos en grupo.
En este post hablaremos de la responsabilidad en el trabajo y de cómo fomentarla a través de la cultura de empresa. ¡Comenzamos!
¿Qué entendemos por trabajar con responsabilidad?
Trabajar con responsabilidad no es otra cosa que cumplir con tus obligaciones laborales de forma efectiva y con el nivel de calidad exigido; no teniendo nada que ver trabajar bajo presión, sufrir de estrés laboral o, todo lo contrario, eludir responsabilidades. Para que se mantenga este equilibrio entre la responsabilidad y la armonía, es necesario prestar atención a varios factores, como la cultura empresarial, la salud en el lugar de trabajo, el ambiente que se respira en la empresa y, como no, las condiciones de los empleados.
Al fin y al cabo, todos entendemos qué es trabajar con responsabilidad, pero el quid de la cuestión está en cómo hacer que esto se cumpla.
¿Cómo fomentar la responsabilidad en el trabajo?
Los expertos en recursos humanos, team manager y demás responsables de la productividad de la plantilla, estudian cada día cómo fomentar la autonomía y proactividad de los empleados, ya que, la mejor manera de que todo funcione óptimamente, no es otra que hacer que cada persona se sienta lo suficientemente necesaria como para responsabilizarse de sus tareas. Como ves, estamos hablando más de factores psicológicos que de mecanismos de control.
¿Cómo hacer entonces que los empleados asuman sus responsabilidades de manera positiva? Nos centraremos en los siguientes factores:
- Cumplir con las obligaciones: es esencial cumplir con las tareas y responsabilidades asignadas en tiempo y forma. Ser puntual y entregar el trabajo de manera efectiva y eficiente demuestra compromiso y responsabilidad.
- Tomar la iniciativa: ser proactivo y asumir responsabilidades adicionales demuestra interés y compromiso con el trabajo. Identificar oportunidades de mejora y ofrecer soluciones muestra una actitud responsable y comprometida.
- Comunicarse de forma efectiva: mantener una comunicación clara y abierta con los compañeros y superiores es fundamental para mantener la responsabilidad. Informar sobre el progreso del trabajo y solicitar ayuda cuando sea necesario demuestra transparencia y responsabilidad.
- Asumir errores y aprender de ellos: reconocer los errores y asumir la responsabilidad de corregirlos muestra madurez y compromiso. Es importante aprender de los errores para evitar repetirlos en el futuro.
- Ser cercano y transparente: cumplir con los compromisos adquiridos y mantener la confidencialidad cuando sea necesario genera confianza en el entorno laboral y demuestra responsabilidad.
- Ser organizado: mantener una buena organización en el trabajo y establecer prioridades adecuadas ayuda a cumplir con las responsabilidades de manera efectiva.
- Respetar las normas y políticas de la empresa: seguir las normas y políticas establecidas por la empresa muestra respeto y responsabilidad hacia las reglas y directrices establecidas.
- Aprender a trabajar en equipo: colaborar con los compañeros de trabajo y apoyarse mutuamente en la consecución de los objetivos demuestra compromiso y responsabilidad con el éxito del equipo.
¿Qué tiene que ver la cultura de empresa con la responsabilidad en el trabajo?
Como sabes, hace algunos años, para que los empleados mantuvieran su nivel de productividad y compromiso con la empresa, se acudía al clásico método de premio y castigo, pero ya nos hemos dado cuenta de que la motivación intrínseca es mucho más importante y efectiva, así que, en este punto, queremos hablarte sobre la importancia de generar una fuerte cultura de empresa.
Trabajar la unión, el compañerismo y los valores corporativos hace que los empleados se sientan parte del grupo, lo que conlleva interiorizar unas normas de comportamiento y trato hacia los demás sustentados en la ética.
Por otro lado, la motivación y el compromiso también son pilares fundamentales que debe incluir la cultura de empresa y es crucial que se sepan cómo trasladarlos a todo el equipo.
Como sabes, la motivación es clave en todo este proceso de fidelización del empleado, y para despertarla se debe estimular a las personas con diferentes estrategias. Por ejemplo, una de ellas, es la gestión del talento y la oferta de nuevas oportunidades de crecimiento para los trabajadores. Esto hará que se sientan más valorados y que quieran crecer dentro de la entidad, entendiendo este salto cualitativo como un incremento de responsabilidades. Ya sabes que la motivación es el motor de nuestras acciones y, sumada a la fuerza de voluntad, nos convierten casi en invencibles.
Por último, los valores corporativos también deben velar por la transparencia y la confianza, generando u un ambiente de cooperación, abierto a asumir nuevos retos, a tratar cualquier tipo de incidente de forma asertiva y a tomar decisiones bien informadas.
¿Qué herramientas y métodos puedes usar para mejorar tu responsabilidad en el trabajo?
A continuación, te damos una serie de tips para que mejores tu productividad. ¡Escoge el que mejor se adapte a ti!
- Agenda y planificación: organizarse es esencial para cumplir con todas las tareas, y además, debes saber priorizar. Para ello, te puede ayudar una agenda un planificador digital. Establece objetivos claros y fechas límite para mantenerte enfocado.
- Listas de tareas: crear listas de tareas para cada proyecto es todo un clásico, pero muy efectivo. Ve tachándolas a medida que las completes, te dará una sensación de logro.
- Recordatorios y alarmas: configura recordatorios y alarmas para no olvidar las fechas importantes o tareas pendientes.
- Metodologías de gestión del tiempo: eprende y aplica técnicas de gestión del tiempo, como la técnica Pomodoro o el método GTD (Getting Things Done).
- Aprender a decir «no»: quizás esto te cueste un poco, pero aprender a decir no y a establecer límites es muy necesario para no sobrecargar tu agenda con tareas que no puedas cumplir. Así, no romperás ningún compromiso.
- Aprendizaje continuo: mantente actualizado en tu campo profesional y busca oportunidades para seguir aprendiendo y adquiriendo nuevas habilidades. Un enfoque de aprendizaje continuo te ayudará a ser más competente y responsable en tu trabajo.
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